Ruta Maya “En Moto por el Corazón de la Madre Tierra”
México,Belice, Guatemala, Honduras y El Salvador se han rendido a las ruedas de la V´strom. Un nuevo viaje en solitario realmente duro a partir de Guatemala con lluvia, niebla y eternas fronteras. Pero esto es centroamérica y atravesar esas fronteras requieren mucha paciencia y fe. Algunas carreteras serían mejor que no estuvieran asfaltadas. Un peligro público…agujeros de más de 50 cm de profundidad, fallas,derrumbamiento de piedras, badenes (topes y tumulos como lo llaman por allí), animales, policias comentándome que es peligroso viajar en solitario,televisiones hablando de criminalidad pero lo mejor es no hacer caso a todo lo que se lee y oye. Por eso desde el primer día decidí tomarme unas aspirina sin leer el prospecto y disfrutar de la buena gente apagando el televisor…..las más de 20 horas perdidas en fronteras se olvidan viendo las fotos de los amanecers en la playa, las ruinas de Tikal, Chichen Itza, Tulum y Copán, las calles empedradas de Antigua, el casco antiguo de Mérida, el ambiente Jamaicano de Belice y los rostros de todas esa buena gente que se ha cruzado en mi camino.
Viaje publicado en el Solo Moto 30 nº 367 y 368)
Disfruto de este maravilloso lugar y tras hacer innumerables fotos, continuo viaje hacia Majahual y Xcalac. Pueblos fuertemente castigados por los huracanes pero de una belleza realmente salvaje y afortunadamente auténtica. Entre Majahual y Xcalac hay dos formas de llegar. Una es por pista de tierra en bastante mal estado que requiere de mucha paciencia y la otra, es un acceso por carretera que supone hacer más kilómetros. Como tengo alma trailera decido ir por la de tierra pero uno de los puentes de la pista de tierra no soportó el último huracán y está derrumbado…no teniendo más remedio que volver y buscar el acceso por carretera. Al llegar a Xcalac me encuentro con un pequeño pueblo de muy pocas casas, con cierto aire fantasmagórico y decido volver a dormir nuevamente a Majahual. De nuevo soy un tipo afortunado y encuentro un pequeños hostal regentado y frecuentado por personajes realmente peculiares y de gran calidad humana.
Amanece en Guatemala y muy temprano marcho para las Ruinas Mayas de Tikal, voy disfrutando mucho del trayecto tanto desde el punto de vista paisajístico como desde el punto de vista de la conducción. Ya que se acabaron las rectas infinitas y de vez en cuando disfruto de algún tramo de curvas y también de vez en cuando, la carretera se convierte en pista de tierra añadiendo más sabor al viaje. En la pista de tierra, un vehículo me da las luces para que me detenga. Se trata de un vehículo de un alemán que está haciendo en solitario un estudio de Centroamérica. Su vehículo está equipado a conciencia para la aventura y tras una breve charla, nos deseamos suerte y cada uno prosigue su viaje. A llegar al Lago Petén observo una escena cotidiana del día a día de unas mujeres lavando en el Lago. Una escena dura pero también bonita. Me acerco y les comento que así se lavaba antiguamente en España y me preguntan cómo se lava ahora… tres niños se acercan a venderme unos llaveros de madera con la fauna típica de allí. Compro un llavero a cada uno y decido parar a desayunar en un restaurante con unas buenas vistas del Lago.
Tikal ya era un importante centro ceremonial trescientos años antes de Cristo, aunque su época de mayor esplendor no llegara hasta el siglo VII, cuando diez mil personas vivían en su centro y más de cincuenta mil en los alrededores. La mayor parte de las ruinas que hoy pueden contemplarse datan de ese período, en el que indios de todo el Yucatán viajaban a través de la selva para asistir a sus espectaculares ceremonias, ya que Tikal era uno de los lugares más sagrados del mundo maya. El corazón de Tikal era la Gran Plaza, enmarcada por cinco impresionantes pirámides, la más alta de las cuales, la llamada ‘Templo de la serpiente bicéfala’, de sesenta y cinco metros de altura, ofrece unas vistas esplendorosas sobre la jungla inacabable que la rodea.
Voy dirección a La Antigua una ciudad colonial de las más bonitas que he visto nunca. Con el encanto y sabor de las plazas extremeñas, las calles empedradas y de una vista realmente espectacular desde lo alto del Cerro de La Cruz. Desde su fundación fue nombrada como Santiago de Los Caballeros y el 10 de junio de 1566 el rey Felipe II le extendió el título “La muy Noble y muy Leal ciudad de Santiago de los Caballeros de Guatemala. Es reconocida por su bien preservada arquitectura renacentista española con fachadas barrocas del Nuevo Mundo, así como un gran número de ruinas de iglesias. Ha sido designada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1979. Paso un día muy agradable conociendo gente y disfrutando de todos esos bellos rincones. Siguen los problemas en la moto y recurro a lo más fácil…directamente dos cablecitos desde los bornes de la batería, los juntó para arrancar y luego los pongo esparadrapo para evitar un mal contacto.
Salgo muy temprano de La Antigua ( 6:00 de la mañana) y voy dirección a la frontera con El Salvador por Pedro Alvarado. Cruzar la frontera me lleva más de 5 horas pero eso no es nada comparado con el tiempo que llevan unos camioneros que llevan más de dos días retenidos. Hablo con ellos y me dicen que los agentes revisan sus camiones con una meticulosidad aplastante por el tema del narcotráfico y tienen incluso el detalle de invitarme a una especie de empanada realmente sabrosa y decirme con quien tengo que hablar para pasar lo antes posible. En la frontera también me encuentro con un suizo que viaja en una Superténéré dirección Los Ängeles y unos mexicanos que vuelven de viaje con una GS 1150 y una Goldwing desde El Canal de Panamá… le comento al de la Goldwing que tal lo lleva por estas carreteras y me dice que realmente no es la moto apropiada pero es la que tiene y luego hablamos de todo el papeleo realmente innecesario que conlleva cruzar las fronteras por Centroamérica nada que ver les comento con viajar por Europa…ya que estaban interesados algún día en alquilar en España y viajar por Europa en moto.
La entrada en Honduras como todas…mucho papeleo y muchas horas de trámites que sinceramente pienso que sobran. La entrada además viene acompañada de mal tiempo, niebla, lluvia y carreteras en pésimo estado con agujeros de más de medio metro, fallas y con curvas que no permiten el disfrute porque tienes que estar continuamente esquivando esos agujeros y en ocasiones pasas a centímetros y piensas que te has librado de una caída inevitable. Y así, llego a las famosas Ruinas de Copán que tienen el encanto de conservar su lado salvaje y espectacular….
Un nuevo día me espera, con la intención de llegar hasta Merida (México). De nuevo en la frontera entre Belice y México pierdo muchas horas por la cantidad considerable de gente que intenta cruzarla…papeleo y más papeleo pero afortunadamente es mi última frontera. Un vez dentro de México volverá la monotonía de las carreteras mexicanas de la Península de Yucatán con largas rectas y asfalto impecable. Pero esta vez iré encontrándome con una multitud considerable de peregrinos que recorren caminando, corriendo y en bicicleta en ocasiones más de 700 kilómetros «para encontrarse» con la Virgen de Guadalupe y de esta forma dar gracias por esas promesas cumplidas o por cumplir.
Prosigo mi camino hacia Cancún y desde allí a Puerto Morelos dando por concluido un viaje realmente intenso de algo más de 4.000 kilómetros… recorriendo en solitario parte de México, Belice, Guatemala, Honduras y El Salvador.
La frontera más difícil de franquear, es la que uno mismo se coloca
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