Escocia «Hacía tierras de Leyendas»
En 2003, enfilamos las ruedas de nuestra Varadero a un lugar muy especial, lleno de mitos y leyendas. “Las Higlands”, allí donde Escocia muestra su naturaleza en estado puro. El Castillo de Eilean Donan Castle evoca por los 4 costados, todo el sabor de Escocia. Fue reconstruido en 1932 a partir de los planos originales conservados en Edimburgo y originariamente fue erigido en el S. XIII para impedir el acceso al Loch Duich a los piratas escandinavos.
El trayecto desde Shieldaig hasta Achitraid pasando por Applecross es precioso y se atraviesan unas montañas espectaculares.
Viaje publicado en la revista Motoviva de enero de 2006
Por fin entramos en las ansiadas Higlands con sus espléndidos lagos y afamados castillos. Visita obligada fue recorrer el lago Ness y visitar el Castillo de Urquhart. En nuestra opinión, no es en absoluto lo mejor de Escocia, pero claro hay que verlo. Aunque más arriba fue donde de verdad encontramos la Escocia salvaje y espectacular que realmente merece la pena visitar.
Pero sin duda lo más espectacular de la costa Oeste fueron las Islas Skye. La naturaleza es indomable y rodar por sus carreteras vertiginosas y onduladas es un auténtico placer. Os recomendamos que os desviéis por una carretera secundaria que sale a mano izquierda pasando Staffin y que lleva hasta las aproximaciones de Uig en el lado oeste de la Islas, fue uno de los mejores trayectos de todo el viaje.
En el trayecto decidimos desviarnos por una carretera secundaria que iba de Kylesku hasta Lochinver. Era una carretera estrechísima en el que apenas pasarían dos motos al mismo tiempo. De ahí que hubiera muchísimos “Passing Places” para poder orillarte y permitir el paso del vehículo que viene de frente. Nos llamó mucho la atención la llegada al pueblecito de Gairloch, parece una auténtica postal .
Al final tuvimos suerte con el B&B que nos habían reservado desde Shieldaig y desde la ventana de la habitación se divisaba una soberbia panorámica de Loch Kishorn y las montañas de Applecross.
En total fueron 5.700 Km en 10 días. Sinceramente creíamos que íbamos a tardar más, pero el tiempo acompañó y algunas circunstancias como no encontrar alojamiento en algunos sitios nos obligaban algunos días, a seguir nuestra ruta y dormir más adelante de lo que teníamos pensado. Aunque parezca mentira, no nos llovió prácticamente en todo el viaje pero paradójicamente nos cayó una buena tormenta de regreso y a tan sólo 70 Km de Navalcán. Pero no quisimos sacar los monos de lluvia, ¡Para qué!, hacía tanto calor que se agradecía y además era una buena forma de que las leyendas y paisajes de Escocia, calaran, aun más y para siempre entre nuestros más preciados recuerdos.
«En la carrera por la calidad no hay línea de meta»
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