Saudade, por los antiguos y polvorientos caminos de Portugal

Saudade, expresa un sentimiento afectivo primario, próximo a la melancolía, estimulado por la distancia temporal o espacial a algo amado y que implica el deseo de resolver esa distancia. A menudo conlleva el conocimiento reprimido de saber que aquello que se extraña quizás nunca volverá.

Y tras el confinamiento quizá extrañemos aquella libertad que nos llevó a cruzar fronteras, atravesar países y recorrer los más bellos rincones del mundo con la convicción de que sería eterna. Para este año tan diferente mi cabeza quería recuperar un poco lo que eran los viaje de hace más de 30 años…pistas de tierra, pueblos perdidos, carreteras secundarias y siempre disfrutando del camino y de las gentes que se van cruzando a lo largo del mismo… en definitiva, saborear un viaje sin prisa. La idea era recorrer junto a Victor Rider (un buen amigo y compañero de antiguos viajes como aquel maravilloso por Islandia) Portugal de sur a norte atravesando montañas, asomándonos a sus laderas y acampando en las orilla de sus ríos. Un precioso viaje de 2.000 km mezclando pistas de tierra y carretera que nos llevó a saborear la esencia de lo que es viajar en moto viendo pasar la vida. Un camino muy personal hacia el norte que por la circunstancias actuales (Covid 19) sin duda ha sido muy especial e irrepetible.

«Añorar el pasado es correr tras el viento»


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