Cerca del abismo
Gracias a los dioses, al llegar a la carretera de la muerte hubo ratos despejados y pude contemplar todo el espectáculo de esta carretera apta únicamente para almas inquietas con cierta vocación suicida. ¿Qué se siente al estar allí?… una satisfacción personal enorme de poder recorrer una de las carreteras más peligrosas del mundo que desafortunadamente no tuve tiempo de recorrerla en mi anterior viaje por Bolivia.
Y también piensas quien fue «el autor» de hacer este recorrido tragicómico donde van fanáticos de todo el mundo en moto y bicicleta. Ya que voy,la quiero hacer como se debe hacer. De bajada, unos 3000 metros de desnivel en menos de dos horas, circulando por la izquierda y con el precipicio siempre al lado de tu estribo izquierdo para tener aun más esa sensación de estar cerca del abismo. En medio del descenso veo como unos japoneses kamikazes en bicicleta me adelantan sin escrúpulos. Rápidamente el orgullo de quijote español, sale e irrremediablemente enrosco el puño derecho y dejo a España en el lugar que se merece aunque luego lo pienso bien y me arrepiento porque de lo que se trata es de recorrerla sin prisas .
Y así entre cascadas, nieblas y desprendimiento de piedras sobrevivo a la carretera de la muerte y llamó a casa para contarlo
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